DIME QUÉ MASCOTA TIENES...

Hacerse cargo de un animal puede ser una gran herramienta para el desarrollo de los niños y los resultados pueden ser mejores si la elección considera sus características personales.

Perros o gatos suelen ser los regalos más solicitados para los niños junto con las bicicletas o las consolas de videojuegos. A diferencia de los canes de antaño, confinados al fondo del patio, hoy las mascotas son mucho más diversas y ocupan un lugar central en el hogar.

Aprovechar el compromiso de los niños de hacerse cargo de sus nuevos amigos puede ser una gran herramienta para su desarrollo personal.

Se ha probado que la relación con las mascotas provoca la liberación natural de endorfinas y oxitocina, ambas sustancias vinculadas con la felicidad, y disminuya el cortisol, la hormona del estrés.

En sicología, los animales se utilizan como aliados en las terapias para combatir la depresión y los problemas de aprendizaje. En España y Estados Unidos, por ejemplo, hay perros entrenados para escuchar al niño mientras lee: permanece quieto y atento, aunque el lector tartamudee o se equivoque. "El niño prefiere ante la mascota que ante su mamá, que lo critica, o los amigos, que se burlan", dice Susana Alvo, especialista en zooterapia.

pero no es necesario tener animales entrenados para ver sus beneficos, en general, las mascotas son un aporte al desarrollo de los niños y los resultados pueden ser mucho mejores si se escoge según la personalidad del amo. Tal como entre los humanos, no todos están hechos para ser amigos, sepa aquí por qué.

NIÑOS INQUIETOS: PERRO LABRADOR
Perros grandes y juguetones son las mejores mascotas para niños hiperactivos. Los más recomendables, según especialistas, son los Labradores o Golden Retriever. "Son razas resistentes y se llevan muy bien con los niños", asegura Benjamín Bertie, veterinario de Pet & Co., no por nada son hace 18 años los preferidos de los estaounidenses. El afán por jugar de estos perros es ideal para que niños inconstantes y apurones dejen de serlo. "Los niños hiperactivos quieren que todo les salga bien y a la primera", afirma Claudia Schenke, sicóloga de la U. Católica y especialista en terapia asistida con animales. Lanzarle la pelota, por ejemplo, los ayuda a aprender a tolerar que el perro no siempre la buscará y la regresará, y que tendrá que repetir el ejercicio varias veces hasta lograrlo.

NIÑOS TÍMIDOS: CONEJOS E IGUANAS
Que el animal sea el reflejo de la personalidad del niño es el consejo de los expertos. "Un niño tímido se identifica con un conejo, por ejemplo", asegura Andrea Valenzuela, psicóloga de Zooterapia Imagina. "Al proteger al conejo, los niños sienten que se protegen a sí mismos", confirma Claudia Schenke. Andemás, ya que los roedores requieren un alto nivel de cuidado, sentir que la mascota depende de ellos lleva a los niños a mejorar su autoestima.
Otras de las recomendaciones para los más tímidos son las iguanas, ya que al interactuar con un animal de apariencia poco amigable los hace sentirse importantes. "No todos pueden acercarse a esos reptiles, y ellos se sienten valientes por atreverse", afirma el veterinario Rodrigo Hargreaves.

NIÑOS AGRESIVOS: ADOPTAR UN PERRO O GATO
Para los sicólogos, los problemas de conducta se explican, en gran medida, porque el niño se sintió agredido en algún momento de su vida. Una buena alternativa para ellos es adoptar una mascota que haya pasado por lo mismo, es decir, un perro o un gato abandonado. "Los nuños se ponen en el lugar del perrito, advierten que lo ha pasado mal y que deben cuidarlo, darle cariño, tratrlo bien", afirma la sicóloga Claudia Schenke. Según un estudio de la Universidad de Zagreb, Croacia, los niños que tienen mas conexión con su mascota pueden ponerse más fácilmente en el lugar del otro, tienen más disposición de ayudar y se relacionan mejor con su pares. Una relación cercana con la mascota hace que el niño aprenda a leer sus expresiones y desarrolle una sensibilidad que permita bajar los niveles de agresividad.

NIÑOS DISTRAÍDOS: UN ACUARIO O PECERA
Las peceras y acuarios tienen un comprobado efecto reductor del estrés, por eso, son comunes en consultas siquiátricas y dentales. Pero los peces de colores también son usados en terapias para niños que tienen dificultades para concentrare o déficit atencional.
Los llamativos colores y formas de los peces y plantas hacen hasta a los más distraídos fijarse en ellos. El ejercicio que usan los sicólogos que trabajan con animales es que el niño siga un pez con la vista, luego a otro, o que se fije en cómo comen o respiran. "Es un estímulo motivador que permite que los niños se concentren por períodos cada vez más largos", afirma Claudia Schenke. Además, el micromundo de un acuario "permite que desarrollen la fantasía e imaginación".

FUENTE: La Tercera



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